domingo, 7 de septiembre de 2014

¿SOMOS LO QUE ESCUCHAMOS?



Por: Kleider Márquez, X° L, Curso de Ética

    En la antigua Grecia,  la poesía, la música y la danza, se creía que eran dadas por los dioses. La llamaban Mousike, le daban mucha importancia a las musas inspiradoras, cosa que ha llegado hasta nuestros días. El hombre siempre ha hecho música por necesidad propia, según lo que ha oído en el lugar de nacimiento, según su estado de ánimo, le otorga una gran importancia.
    A pesar de que existen muchas formas para expresar identificación psico-sociocultural, la música es la única que nos involucra a todos. Junto con el lenguaje, esta manifestación artística (pues requiere de habilidad) y cultural (pues es parte de nuestra forma de vida) es uno de los únicos mecanismos que, aparte de aparecer sólo en la especie humana, se desarrolla de forma casi innata; como si viniera  en nuestros genes, se activa con la interacción y se hace notoria.
  La música tiene su mayor influencia en la adolescencia, cuando el ser humano busca definir la personalidad que tendrá en su estado adulto. Debido a esto, el ser humano es, por naturaleza, un ser musical. De este modo, la música es un magnífico punto de referencia para que los seres humanos nos identifiquemos  ampliamente, ya sea como conglomerados sociales o en nuestras interrelaciones personales.
 Cada punto geográfico, histórico, social y psicológico tiene su particularidad musical, la cual está fuertemente ligada a su idiosincrasia y/o personalidad. Cada cultura alrededor del mundo posee su propia música y ésta, a su vez,  refleja su peculiaridad. Por ejemplo, en Brasil, la samba refleja la alegría de su gente; n Cuba, la salsa muestra que los cubanos son gente vivaz y alborozada. El techno-dance, un tipo de música más contemporánea, manifiesta la diversidad cultural liberal que existe en Holanda.
    Los seres humanos, como seres sociales que somos, desarrollamos técnicas que nos ayudan a predecir lo que otra persona es, desde el momento en que nos la encontramos por primera vez. Cómo no podemos llevar a cabo una evaluación psicológica en el lugar, les hacemos preguntas que nos ayudan a construir una imagen de su personalidad. Esto sugiere que a pesar de nuestros supuestos pueden no ser exactos tenemos una muy fuerte impresión sobre alguien cuando le preguntamos sobre sus gustos musicales; generalmente cuando preguntamos a alguien qué tipo de música le gusta la respuesta nos genera ya una impresión.
    En resumen, todos los géneros musicales tienen una enorme influencia en nuestra personalidad (a nivel de individuo) y en nuestra idiosincrasia (a nivel de sociedad). Por lo tanto, podemos concluir que desde que el ser humano apareció en la Tierra, la música ha sido una forma esencial de identificación y expresión;
incluso más que la literatura, puesto que el gusto musical  involucra a todas la sociedad, y más que la pintura, pues ésta no involucra a todos los individuos: la música define nuestra identificación, nuestro mundo, nuestra personalidad y, de cierta forma, nuestra historia como seres humanos.

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