Por:
Dayana Espino, Curso de Filosofía, XII P
Un ensayo requiere de
exposición y argumentación; plantear brevemente
un tema de gran
extensión es lo que le da mérito al ensayista.
A tener que hacer
un ensayo de filosofía, me causó gran preocupación,
sobre todo
porque como estudiante no se nos ha preparado lo suficiente
para que
en un momento dado escribamos ensayos sobre cualquier
asunto sin
ningún problema.
Este es un tema dado
por Filosofía, una asignatura misteriosa para mí, que es
difícil
de entender, asimilar con precisión cada uno de sus ideas , ya que
es un
verdadero problema, pues eso de saber sobre la comprensión
del mundo
que rodea al hombre: entender ese mundo ha sido y será
el mayor
problema para los estudiosos al respecto. Lo más
incomprensible es que a
través de la historia de la humanidad a la
fecha no hay ley, teoría,
hipótesis que dé una verdadera
respuesta acerca del origen tanto del
hombre, como del mundo que lo
rodea.
De todos los temas
planteados en el curso , desearía ofrecer una reflexión acerca de
de las falacias.
Falacias son como las contraposiciones de la
verdad, son razonamientos
incorrectos que tienen apariencias de ser
ciertos (mentiras, engaños). En el texto se habla de falacias o
sofismas, es decir, que significa casi lo mismo,
vi que sofisma son
falacias voluntarias ; al decir esto, quiere decir que se
pueden
controlar si se quiere, contrario a los paralogismos que sí son
involuntarias, pero que a fin de cuenta son ambos falacias.
Entre las clases de
falacias que me llamaron la atención, están la referente
a la
apelación a la fuerza; es decir, que sin importar quién
tenga la
verdad, el que más poder tenga, ese será el que hará
prevalecer su punto de vista , sin
discusión ni reflexión alguna;
otra falacia que tomé en cuenta fue la de la apelación a la
ignorancia, que, en síntesis, plantea que algo es cierto o
falso sólo porque no se puede demostrar lo contrartio; por ejemplo:
los duendes existen, puesto que no se puede probar que no existan.
Una falacia muy común
es la de apelación a la autoridad:
se aprecia una opinión no por el valor mismo de la opinión, sino
por quién la diga: si a ese alguien se le cree “importante”,
los demás la aceptan y
no hacen nada por averiguar si es verdadero
o falso .
Por su parte, la
falacia genética. Una
expresión típica de la misma en nuestro saber popular podría ser
la expresión: “De tal palo, ta la estilla”; muchas
personas aseguran que no siempre se cumple; para mí, es falacia,
porque forzosamente no siempre es así; lo que si parece cierto es
que , muchas veces,el ser
humano tiende más a imitar lo negativo
que lo positivo.
La última falacia
que captó mi atención fue la ley de la naturaleza, en ella
se argumenta que porque el hombre es producto de la naturaleza, debe
imitar el comportamiento observando por la naturaleza, esto me
recuerda
algo sobre el alacrán que quería que la rana lo cruzara
al otro lado del río: la rana lo cruzó con la condición de que no
lo picara, pero el alacrán antes
de bajarse de la rana, lo picó y
al preguntarle por qué lo hizo, dijo: esa es
mi naturaleza.
Imagínese que uno como mujer se dejara llevar por los impulsos
“instintivos” del “macho”, todas seríamos maltratadas,
simplemente porque los hombres dicen que esa es su
“naturaleza”:armonizar con la naturaleza es el ideal; pero,
agrego yo, la misma Naturaleza nos ha otrorgado la inteligencia para
modificarla y perfeccionarla para vivir mejor.
Al principio, creí que
esta temática sería “toda una falacia”, pero ahora pienso que
estos asuntos deberían integrarse en los planes de estudio; no sólo
en secundaria, sino desde la primaria .
Las falacias son parte
de la vida del ser humano; me atrevería a decir que constituyen una
especie de filosofía de vida. En fin, pienso que todo
argumentación sutil o sofisitcada, por decirlo de algún modo, no
constituye falacia; a veces, va a
depender de quién lo diga, lo
crea, lo haga u obligue a aceptarlas.
Son muchas las falacias
en la lista, pero de seguir reflexionando sobre
todos, esto dejaría
de ser un ensayo y, para no romper este patrón de
brevedad, hasta
aquí llego.
¡Ojaláue lo poco o mucho que he podido entender me
sirva para el
resto de mi vida; creo que, de haber seguido pensando,
como antes, que la Filosofía era tediosa, habría seguido una vida
falaz
Felicidades por atreverse
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