Por: Andreina Murillo, X° Q, Curso de Ética
“No es tormento la muerte, sino fin de
tormentos.”
Salustio
La
eutanasia ha sido y es un tema conflictivo, que se debate hoy de forma
creciente, generando mucha polémica y numerosas controversias por parte de la sociedad.
Moralmente
hablando, con frecuencia se alude al "derecho a morir". La expresión
apareció por vez primera en una "Declaración de los derechos del
enfermo" de la Asociación de los Hospitales Americanos (l973). Este
derecho podría ser considerado como un derecho a la eutanasia. Sin embargo,
también se puede entender como criterio moral decisivo. Antes de entrar de
lleno en el tema de la eutanasia, trataré de dar una noción formal, y
aproximarme a su contenido concreto,
empezando por dominar una correspondiente definición acerca de este tema.
La eutanasia es la acción o inacción
hecha para evitar sufrimientos a personas próximas a su muerte, acelerándola ya
sea a sabiendas de la persona o sin su aprobación. Se puede considerar también
como el hecho de morir sin experimentar dolor. La
palabra "eutanasia" procede del griego y etimológicamente significa
"buena muerte" (eu-thanatos). Este fue el significado en la
antigüedad greco-romana: "Felici vel honesta morte mori" ("Morir
con una muerte feliz y honesta"). Sin embargo, el contenido de lo que hoy
entendemos por eutanasia estaba ya planteado en Grecia y Roma. Platón, en el
libro III de la "República", al describir su Estado ideal, afirmaba
que se debe dejar morir a los que no son sanos corporalmente.
Para
la concretización de este tema, es necesario que abarquemos diferentes puntos
de vista o planteamientos:
Postura de la sociedad frente al tema de la
eutanasia
La
sociedad plantea una serie una serie de exigencias o condiciones con respecto a
lo que podríamos llamar “el derecho del hombre de morir dignamente”:
·
La presencia solidaria
de los demás.
·
La atención al moribundo
con todos los medios de la ciencia médica, y el alivio del dolor.
·
No privar al moribundo de morir en cuanto
"acción personal". En este punto es de vital importancia la cuestión
de la información debida al enfermo. Dicha información constituye una parte
integrante del respeto a su dignidad y le confiere autonomía y libertad para tomar
las decisiones que le afectan.
·
Liberar a la muerte del
"ocultamiento" a que es sometida en la sociedad actual.
·
Favorecer la vivencia
del misterio humano-religioso de la muerte. Para ello se puede prestar una
asistencia psicológica y religiosa, amén de la cercanía de familiares y
profesionales sanitarios.
Personalmente, considero que la influencia
religiosa o eclesiástica, tiene mucho que ver en la postura que tenga la
sociedad frente a este tema. Yo pienso que si un 90% de la población mundial se
acoge a fundamentos religiosos, el 90% reprueba la práctica de la eutanasia,
puesto que en cierta forma no se adhiere a las normas divinas.
Posición de la iglesia ante la eutanasia
Por
su parte, el cristianismo rechazará de plano tanto el suicidio como la eutanasia,
y esto por un triple motivo, que presenta la argumentación de Tomás Moro.
·
Atenta contra el amor
debido a sí mismo,
·
Atenta contra la
sociedad.
·
Atenta contra el derecho
exclusivo de Dios sobre la vida del hombre.
Reflexión ética personal acerca de la
eutanasia
Ya después de haber hecho un planteamiento
introductorio respecto al complejo tema de la eutanasia, es momento de plantear
mi enfoque personal o bien, mi perspectiva acerca de esta práctica.
La
primera vez que escuché acerca del término “eutanasia”, si mal no recuerdo, fue
alrededor del 2009, año en que tenía algunos 11 0 12 años, y fue en una
publicación en el periódico, de un caso acerca de una chica italiana que había
quedado en estado vegetativo desde hacía 17 años, si no me equivoco. Frente a
todo esto, los familiares de esta chica, toman la difícil decisión de recurrir
a la eutanasia, con el fin de dar paz a la misma. Este hecho fue algo bien
impactante para mí, que creo que nunca
voy a olvidar.
Ahora bien, haciendo énfasis en este caso
en particular, yo considero, desde el punto de vista humano, que, de alguna
forma, la familia de esta muchacha tomó una
decisión bastante correcta, ya que ella se encontraba en una
situación que le producía mucha angustia
y sufrimiento.
Cabe señalar que la eutanasia que se le
practico a esta chica, fue una eutanasia pasiva, que es cuando se suspenden los aparatos que mantienen con
vida al paciente. Por otro lado, también está la eutanasia activa, que es
aquella en la que el médico contribuye a acelerar la muerte del individuo suministrando
dosis letales, al mismo tiempo que sustancias
que producen tal efecto; pero en esta reflexión, trataremos más bien la
eutanasia pasiva.
Claro está que el caso de esta chica italiana,
al igual que otros casos similares a este, trajo como resultado gran
controversia desde los puntos de vista jurídico, médico y eclesiástico; sin
embargo, yo considero que la práctica de la eutanasia no es un asunto meramente
jurídico, médico o eclesiástico y tampoco moral, porque entonces a la hora de
hablar de moral, estaríamos hablando de lo bueno o lo malo; de lo correcto o
incorrecto, y eso no nos lleva a ningún resultado coherente, ya que cada quien
tiene una visión diferente de lo bueno o lo malo, y es que cada cabeza es un
mundo, cada quien tiene su propia forma de ver la cosas, y, creo yo, debe respetársele.
Ya hablando de manera objetiva, yo creo que
lo realmente importante aquí es el bienestar del individuo, puesto que a nadie
le gustaría estar postrado en una cama durante años sin poder moverse, sin
poder hacer nada por sí mismo. Las personas que se encuentran en esta
situación, en realidad ya están muertos, a mi parecer, porque no viven por sí
mismos, son aparatos que los mantienen con vida, llevan una vida que se podría decir, artificial. Esta situación lo
único que produce es sufrimiento y dolor en la persona.
Este
tema fue algo que me llamó la atención en gran manera, sobre todo por aquellas
personas que, por una u otra razón, han quedado, ya se sea estado de coma, en
estado vegetativo, etc., ya que me ha tocado percibir de cerca este tipo de
situaciones con personas allegadas a mí; me ha tocado ver su sufrimiento y
constante angustia, y escucharlos anhelar su propia muerte, como manera de
alivio a su dolor. Es muy fácil para muchas personas hablar de la eutanasia,
como suicidio, pero en realidad es algo más profundo, porque no se puede saber qué se siente, qué
pasa por la mente de quienes viven estas situaciones de las que hemos hablado.
Yo reflexionaba mucho en este tema, recordando las personas que me ha tocado
ver, ya en estado de agonía prácticamente y me digo a mí misma, pareciera
mentira, pero la gente le teme tanto a la muerte; sin embargo, cuando el vivir
se convierte en una tortura, el morir se hace deseado.
“No
viviera con esperanza de descansar si no esperara la muerte”
Quevedo
Felicidades por atreverse
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