¿Estás en la onda?
Pertenecer a una red
social se define, entre la sociedad joven, como lo mejor de lo mejor, es lo que
define quién eres y con quiénes te relacionas ,a tal punto que el hecho de no
poseer una cuenta en una de estas redes sociales te
cataloga como una persona fuera de moda.
El implemento de las redes sociales en nuestro diario vivir ha revolucionado
totalmente la manera de comunicarnos con las personas, parece ser
una herramienta muy útil que nos ahorra dinero y ofrece una gran facilidad al
comunicarnos, sin costo alguno, además de que nos permite conocer nuevas personas con
intereses comunes a los nuestros, contactar familiares lejanos, excompañeros etc.
Se pinta como la gran maravilla, lo más
positivo posible, ¿pero es en realidad así?
A simple vista, no parece tener nada malo pertenecer a una red social, es una forma
de socializar, hacer nuevos amigos y , quién sabe, hasta conocer el “amor de tu
vida”, pero cuando esto pasa de ser una diversión y un simple pasatiempo a
convertirse en lo único que haces o le brindas atención, allí viene el dilema del asunto ,porque esta bien si ésta se utiliza para liberar el
estrés del día ,en un momento de relajación, para aliviar la mente y compartir
con personas que conoces, pero están distantes ;pero si pasas el mayor tiempo
de tu día sentado frente a una computadora en una red social, ya sea Facebook
,twitter, MySpace, te aíslas poco a poco sin darte cuenta, si no tienes control
sobre lo que haces.
¿Diversión o
adicción?
Una persona que pasa 24 horas del día
interactuando en una red social considera que lo hace por simple diversión y
que no es lo que hace habitualmente, sin percatarse que esta creando
una dependencia a ella y que esto influye en sus actividades cotidianas, hasta
en su forma de ser, afectando su grado de razonamiento respecto a situaciones
externas, en su entorno, llegando al grado de convertirnos en robots
cibernéticos.
La adicción te limita a reproducir las
relaciones del mundo real, bajo las reglas de los entornos virtuales, causando
dificultad al relacionarse con personas y afectando tu personalidad, ya que,
estando en lo que crees es diversión, te
olvidas de la realidad. Tal vez el avivamiento de las redes sociales se deba a
que, de alguna u otra manera, brinda a
su usuario cierto grado de poder, haciéndole sentir plena libertad de expresar
sus ideas sin críticas admitidas, pero este poder es solo ficticio, puesto que
tienes poder para cambiar lo referente a tu persona, mas no a los demás;
entonces la creencia de poseer tal poder te hace tener una actitud dominante e
impulsiva donde el aspecto sicológico prevalece; tomemos de ejemplo a una
persona de baja autoestima, está envuelta en este mundo cibernético, siente un
grado de aceptación excepcional que no posee estando fuera de él y que la
motiva a realizar actos que comúnmente no haría, simplemente por buscar una
supuesta aceptación.
Es con esto donde empiezan los peligros de
la red, puesto que nos da la posibilidad de crear una persona distinta a la que
somos, esto se presta para caer en las
redes de personas que atentan contra
nuestra personalidad, y hasta con nuestra vida, las que enredan con su falsa identidad.
En este mundo virtual, tu imagen no es solo
tuya: es de todos, crees tener el control pero no es así: todo es ficticio. Por
tal razón, debemos tener mucho cuidado al utilizar las redes sociales, ya que
así como pueden ser beneficiosas en la sociedad, también pueden presentar un
alto riesgo al no saber utilizarlas con seriedad. Por ende, estas deben estar
destinadas a personas con un grado de madurez adecuada y no para personas sin
un criterio formado.
Pero ya que no hay control en ellas,
puesto que son libres, solo nos queda utilizarlas de la mejor forma posible,
sin excesos y aprovecharlas de manera
ventajosa y que no se convierta en una manera de distanciamiento entre personas.
Felicidades por atreverse
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