Por: Héctor Zamora, XII L, Curso de Filosofía
Desde hace muchos años; podría decirse que
desde el surgimiento del hombre en la Tierra, el papel o rol sexual de cada
persona estuvo definido. ¿Definido por
qué?: por el motivo de que cada hombre tenía su papel que desempañar en la vida,
al igual que la mujer. Pero si dejamos el pasado atrás y observamos el presente,
vemos que el ser humano y sus roles han cambiado mucho.
Para empezar, la sociedad ve desde un punto
de vista los roles que cada persona debería tener, si eres hombre o mujer, pero
en la actualidad la mujer suele desempeñar el papel del hombre, ya sea en el
hogar o en cualquier lado donde ella se encuentre, al igual que el hombre ha
dejado de ser el hombre fuerte y valiente para dejar mostrar su lado femenino.
Partiendo de esta situación, podemos decir que el rol de género de cada persona
está definido desde que se nace, claro por su órgano sexual; también aquellos
comportamientos biológicos y fundamentales que se van creando en nosotros con
las enseñanzas que se nos brinda por las personas de nuestra misma sexualidad:
esto que vendría siendo “Las implicaciones éticas” desarrolladas en cada
individuo de una manera u otra. Sabiendo esto, llegamos al punto en que
nosotros como individuos tenemos que afrontar el hecho de que la sociedad
quiere que tú como persona de un género específico lleves a cabalidad total tu
rol, para así no crear una revolución en las demás personas y empezar un
desequilibrio en la sociedad. La sociedad, de hecho, trata de ser “tan
armoniosa como sea posible” entre comillas porque tú y yo sabemos que eso es
imposible.
Me llama mucho la atención que hoy en día
hay un grupo de personas llamado a la
revolución en la sociedad. Esta revolución va en contra de las implicaciones
éticas de los individuos, enseñadas desde su niñez, como, por ejemplo, siempre
se le dijo a las personas que ahora son adultos que los niños no debían jugar con las niñas y
viceversa, pero para los jóvenes de ahora es casi imposible, porque se ha
creado o ha nacido esa relación de hombres y mujeres de forma semejante, lo que
imposibilita que se dividan según su género, pues ahora no se ve de la misma
manera que hace 10 ó 15 años atrás; ahora existen los llamados andróginos, o personas que se les
define como hombre-mujer, son aquellas que revolucionan los roles sexuales,
porque dejan mostrar un gran grado de flexibilidad en su manera de actuar o
expresarse, mostrando características de hombre o mujer cuando a ellos les
parezca bien, sin importar que digan o sientan las demás personas. Pero, sea
como sea, parece algo inapropiado o
fuera del rol del individuo, ya se ha acoplado al mundo actual, pues ya no
existen aquellas implicaciones del qué dirán, sino que se ha aceptado como una
forma normal de actuar ante las demás personas y, llama mucho la atención el
pensar que las implicaciones que el mundo tenía hace mucho tiempo se han dejado
descuidadas de una manera u otra, para aceptar aquellos comportamiento tan
normales de comportarse, pero más que nada siempre en la juventud, porque son
los que traen a la sociedad las nuevas controversias que llaman tanto la
atención o que son aceptadas por los demás sin que hayan leyes que las impidan
porque, sería algo sinceramente absurdo como para hacerlo.
En lo personal, tengo amigos que se comportan
de una manera andrógina, que es algo que
se ve a diario no solo entre nosotros, sino con muchas otras personas, actuando
de una manera muy divertida, se podría decir, porque, en mi caso, algunos
amigos, juguetean y se comportan entre sí como si fueran de sexos diferentes,
pero realmente son del mismo, esto sin importar lo que los demás quieran pensar
o decir, pues, como decimos, “ellos no son los que nos mantienen” y puedo hacer
lo que quiera mientras mis padres no me lo impidan.
Es importante señalar que el Rol de
género de cada persona está establecido por la un estatus social que la persona,
como actor social, está dispuesto a
asumir y desarrollar; sin embargo, también se le ha dado libre albedrío para escoger
lo que quiere hacer o no: aquí es donde entra el papel importante de las
implicaciones éticas, que constituyen el papel cultural y emocional de cada
persona, enseñado según las normas y tradiciones o costumbres, que al momento
de decidir si tomarlas o dejarlas se vuelve una controversia que hace madurar
aquel sentimiento de identificación emocional, que le llaman identidad sexual,
elección que cada persona tiene como decisión personal.
Hay que tomar muy
en cuenta que existen muchos factores como el sexo, el placer, la búsqueda de
una aceptación con los amigos, que comprometen las decisiones de las personas,
pudiendo mejorar o empeorar los debates que nacen en torno a una juventud
cambiante con cada paso de la vida, ya que somos casi siempre los que traemos
aquellos cambios bruscos y a la sociedad siempre no le queda más que aceptarlos