En
la sociedad en la que vivimos hoy en día las personas tienen muchas
limitantes , que pueden ser desde sociales, económicos, físicas,
mentales hasta de pensamiento.
Los
límites
sociales
son aquellos que tiene el
individuo al tener que hacer o seguir las normas que tienen la
sociedad en la que le tocó vivir. Se supone que estos límites, que
rigen lo bueno y lo malo, son implantados por la sociedad para
nuestro propio bien.
Hablar
de los límites
económicos es hablar de
la posibilidad del manejo del dinero que tenga una persona para
complacer sus necesidades, ya sean de comida, vestir, de vivienda o
el simple placer personal; o sea, que si no tienen suficiente dinero
para complacer alguna cosa, ya está limitado y si tiene dinero, en
términos generales, no va a tener límites económicos. Y estos
límites se atribuyen a un trabajo que dé pocos ingresos, a no tener
un trabajo o tener muchos gastos.
Límites físicos
son aquellos que no le permiten el individuo realizar o hacer alguna
actividad, alguna tarea, algún trabajo y estos límites puede ser
causados por ciertos problemas fisiológicos o condición especial
de nuestro cuerpo; muchas de estas limitantes pueden ser superadas o
disminuidas mediante terapia o aparatos, dependiendo de la
disposición de la persona.
Los
límites mentales
tiene que ver con la capacidad cerebral de la persona, ya sea que
está es poco “inteligente” o “inteligente”, o entienda
rápida o lentamente. Y esta limitante puede reducirse o no tenerse,
puesto que la persona podría volverse más culta si aumenta su
lectura o tomar algún tipo de estimulante cerebral, por ejemplo.
Finalmente,
tenemos los límites de
pensamiento: para mí, estos
límites son aquellos que mantienen a la persona ciega en relación a
su propio pensamiento, impidiéndole siquiera pensar o imaginar algo
diferente de lo que ya le han planteado.
Al tratar de comparar los diversos
límites que puede tener una persona, tengo la convicción de que la
limitante más grande que puede tener una persona es un límite
de pensamiento, ya que si tiene
un límite económico, es más el bien hecho de no tener una cantidad
exorbitante de dinero, un límite social lo podemos considerar
positivo,hasta cierto punto; por otra parte, en el caso de una
limitante física, si la persona es capaz de acaptarse tal y como es,
la limitación deja de ser un gran problema.
Si
hablamos de un límite mental, con el querer aprender y voluntad,
se puede expandir nuestra capacidad; sin embargo, cuando hablamos de
límite de pensamiento, pienso que es la mayor dificultad, puesto que
no nos permite avanzar, manteniéndonos estancados, debido a que nos
impide pensar de una manera diferente.